Normalmente nos afanamos por limpiar bien el pescado y quitar todas las espinas, para facilitarnos su consumo. Sobre todo si tenemos niños pequeños en casa, esta es una práctica habitual, incluso elegimos pescados con pocas espinas para que al comerlos sea más sencillo.
Sin embargo, en muchas ocasiones es prácticamente imposible quitar todas las espinas del pescado y puede que nos traguemos alguna que se nos había pasado por alto. ¿Qué podemos hacer en estos casos?
- Hay que valorar la situación manteniendo la calma. Si se trata de un espina pequeña y podemos respirar sin dificultad, podremos deshacernos de ella bebiendo algo de liquido que la arrastre o tosiendo.
- Si el caso es más grave y la espina permanece en vuestra garganta o tenéis dificultades para respirar, lo mejor es acudir a un médico que os la extraerá sin causaros daños (podemos producirnos heridas al intentar sacarnos la espina nosotros mismos).
- Hay que mantenerse tranquilo; la sensación de tener la espina al tragar es desagradable y angustiosa y puede que al ponernos nerviosos nos hagamos más daño todavía.
- Podemos probar algún truco casero como comer un pedazo de pan bien masticado, que al pasar por la garganta arrastrará la espina que nos habíamos tragado. Pero si este tipo de soluciones no funcionan lo mejor siempre es acudir a un médico.
En definitiva, hay que actuar con sentido común, valorar la gravedad de la situación y actuar en consecuencia. Pero sobre todo, insistimos, si la espina continúa en la garganta la mejor forma de extraerla es acudiendo a un médico para evitarnos lesiones posteriores.
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