EL PASTEL DE CABRACHO

Si hablamos del cabracho es inevitable asociarlo con una receta habitual en nuestras cocinas: el pastel de cabracho. Existen muchas formas de cocinar este pescado y todas ellas deliciosas, como al horno, a la plancha, incluso en sopa; sin embargo podemos afirmar (sin equivocarnos) que el pastel de cabracho es el plato estrella. 

El pastel de cabracho (o kabraroka, en vasco) fue una receta creada por Juan Mari Arzak en los años 70, en los inicios de lo que se ha llamado "la nueva cocina vasca". Su inspiración fue el pastel de merluza y, aunque ahora se ha ido popularizando, fue un plato totalmente innovador.

Una de las razones de este éxito (además de su sabor delicioso) es que con el pastel de cabracho no tenemos que preocuparnos de las numerosas espinas de este pescado. Podemos disfrutar de su espectacular sabor de la forma más sencilla posible y evitaremos el engorro de las espinas al comer, que tantas veces nos echa para atrás a la hora de consumir determinados pescados. Por eso el pastel de cabracho es perfecto para toda la familia y será un éxito asegurado en vuestra mesa.

El pastel de cabracho se ha convertido en un clásico de nuestra cocina y se incluye en las cartas de muchos restaurantes de nuestro país. Incluso es muy habitual tomarlo como aperitivo sobre una tosta crujiente,  siendo una tapa realmente sabrosa que suele gustar a todo el que la prueba.

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