El marisco es uno de los platos estrella de nuestra gastronomía y hoy queremos daros unas sencillas directrices para que podáis comprobar su frescura a la hora de comprarlo. Si seguís estas pequeñas indicaciones podréis evitar intoxicaciones alimentarias y os aseguraréis de estar comprando un producto fresco y de calidad.
- El marisco debe tener un olor agradable. Si notáis algún tipo de mal olor es que no está en buenas condiciones y nunca debe consumirse en ese estado.
- Las piezas deben estar intactas, es decir, no deben tener desprendimientos de cola, patas o cabeza.
- Si se compran vivos deben moverse y tener los ojos negros y brillantes.
- Los moluscos (como almejas, mejillones, berberechos...) deben tener las valvas firmemente cerradas. En el caso de que esten semiabiertas deben cerrarse al tocarlas.
- El caparazón debe estar duro, brillante y de color uniforme (sin ningún tipo de manchas).
- En cuanto a los cefalópodos (como sepias, calamares o pulpos) la carne debe ser firme y brillante
En nuestra pescadería encontraréis una amplia variedad de marisco fresco y congelado y os garantizamos la máxima calidad. También podéis recibirlo en vuestra casa gracias a nuestro esmerado servicio a domicilio.
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